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MEMORIA INFORMATIVA Y PROPOSITIVA

 

TITULO II : MEMORIA INFORMATIVA

CAPITULO 1. MARCO FISICO Y TERRITORIAL

1.1. CARACTERISTICAS NATURALES DEL TERRITORIO

1.1.1. Zonificación física del territorio

El término municipal de Málaga tiene una superficie de 385,43 Km2. Salvo el estrecho cordón litoral del Este y la amplia llanura a occidente del río de la ciudad, el resto es de topografía muy accidentada. La especial configuración geológica del sustrato ha condicionado la morfología externa, y esto es bien patente en la cuenca del Guadalmedina e incluso en la del Campanillas donde el dominio de la forma prevalece sobre la estructura.
Tres son las zonas con rasgos propios y diferenciados en el municipio:
1. Cuenca del Guadalmedina-Montes de Málaga.
2. Vega inferior del Guadalhorce.
3. Zona de transición.
Cuenca del Guadalmedina-Montes de Málaga
Presenta gran homogeneidad fisiográfica y socioeconómica. Los límites occidentales y orientales son respectivamente el Campanillas y Totalán.
Con litología esencialmente paleozoica, es el cauce del Guadalmedina (con dirección norte-sur) quien condiciona su singularidad. En la zona norte del municipio toca el Guadalmedina materiales del Bético de Málaga, describiendo meandros agudos y cerrados hasta contactar cerca del casco urbano con materiales blandos del Plioceno y recuperar su cauce rectilíneo.
El caudal es escaso o nulo todo el año, siendo el aporte hídrico el de la propia cuenca (afluentes y precipitación meteorológica). Es la margen izquierda, con repoblación forestal, quien alimenta los pequeños arroyos, evitando la evaporación a través del poder de retención de la capa húmica y provocando un sistema erosivo más fino y selectivo. La vertiente derecha recibe menos aportes pluviométricos. Esta vertiente debido a la desnudez de sus laderas (ausencia de vegetación tupida que cubra el suelo) sufre de una erosión más intensa.
Las fuertes pendientes, impermeabilidad del sustrato y torrencialidad de las lluvias provocan arrastre de terrígenos, trozos de rocas meteorizadas y restos vegetales por la enorme cuenca de recepción.
Es una red organizada, no dendrítica y exorreica. La red fluvial de la margen derecha es en peine y la izquierda actúa como dendrítica inversa.
Las laderas de las vertientes derecha e izquierda siendo iguales litológicamente, difieren en el sistema de erosión, condicionado por la acción humana (repoblación forestal) sobre una de las vertientes.
Vega del Guadalhorce y Campanillas
Ocupa una extensión de nuestro término limitada al E. por la divisoria que marca los cerros Peluca, Lanza, Jabonero, núcleo de Colmenarejo, Los Prados, etc. Al O. el límite del término, y al S.O. la línea que sella el pie de monte de Sierra Blanca.
Con topografía suave (pendientes menores del 8%). Geológicamente la formación dominante es el aluvial cuaternario. Hay dos pies de monte, el de la Sierra de Torremolinos es discordante de tipo calcáreo. Al N.O. de Campanillas y al E. de la llanura aluvial dominan margas y arcillas pliocenas.
El Bético de Málaga orla toda la margen izquierda del Campanillas. Se observan puntualmente niveles de terrazas aisladas.
El drenaje superficial es desfavorable, agua a poca profundidad y riesgo de inundaciones ante avenidas extraordinarias.
En la vega se localizan las principales captaciones de agua en el subálveo de los ríos y en un nivel del plioceno.
Sobre la vega se asientan numerosos núcleos urbanos -unos históricos: Campanillas, Churriana-, y otros recientes del tipo marginal y/o autoconstruidos, como Castañetas, Colmenarejo, Tarajal.
Zona de transición
Son las zonas calificadas como Suelo No Urbanizable simple situadas a ambos lados de la cuenca del Guadalmedina, y las inmediaciones alomadas de la ciudad y sus extensiones de crecimiento en dirección E.O.
Encontramos aquí resaltes topográficos con gran potencial de visualización, puntos referenciales del paisaje urbano: Atalaya, Coronado, Escalera, San Antón, etc.
Su abrupta topografía es atravesada por numerosos arroyos que vierten, bien al Guadalmedina o directamente al mar. Estos arroyos tienen cuencas de pequeña superficie, grandes pendientes, terrenos muy erosionables y están parcial o totalmente integrados en el casco urbano de la ciudad.

1.1.2. El clima

La latitud, el mar y el relieve son factores geográficos que ejercen mayor influencia en las variantes climáticas.
La baja latitud determina el gran excedente de radiación anual (perpendicularidad de los rayos solares) que se recibe en Málaga.
El mar provee humedad y actúa como regulador de las temperaturas.
El relieve, con la configuración de una orla montañosa -sólo interrumpida en la Vega del Guadalhorce- ejerce su acción sobre la temperatura, el viento, la nubosidad y las precipitaciones.
Para el presente estudio climatológico del término municipal de Málaga, se han utilizado los datos del Aeropuerto de la ciudad, ya que se poseen cifras de un período de tiempo bastante dilatado, junto a los aportados por las estaciones termopluviométricas de Torrijos, Contadoras y Boticario.
La media anual de temperatura es 18,18ºC y no hay meses con medias inferiores a 6ºC. Los valores de las mínimas absolutas indican un riesgo de heladas inapreciable, sólo posible en los meses de enero y febrero.
El verano es cálido, con máximas absolutas que raramente superan los 40ºC.
El contraste térmico anual medio es 13,4ºC. Así pues, se puede calificar el clima de la ciudad como "mediterráneo, de inviernos moderados y veranos cálidos".
Las precipitaciones son muy irregulares, con ausencia total en julio y agosto. Los meses de diciembre, noviembre y enero arrojan las medias más elevadas.
El régimen espasmódico conlleva largos períodos de ausencia total, salpicado a menudo de aguaceros violentos. Este tipo de lluvias hace circular las aguas a gran velocidad, facilitando la arroyada e impidiendo la penetración de humedad contribuyendo a intensificar las pérdidas de suelo, en un marco geográfico ya de por sí muy esquilmado.
Los vientos más frecuentes son las brisas o vientos suaves (velocidad entre 12-20 Km./h.) y dirección en ambos sentidos N.O-S.E, ocasionados por diferencia de temperatura entre la tierra y el mar.
Son típicos los "terrales" que proceden del Continente Europeo o del interior de la Península -componente N. y N.O-. Nunca van acompañados de lluvia. Existen dos tipos:
- Terral frío que provoca las olas de frío invernales.
- Terral cálido, causante de las altas temperaturas estivales.
El mes más soleado es julio y el menos diciembre. La media anual de horas de sol es 2.982 y la insolación media anual es 65,28%
La presión atmosférica media anual es de 1.015,7 milibares, con mínima en agosto (1.013,8 mb.) y máxima en enero (1.018,3 mb.).
La humedad atmosférica es máxima en invierno y mínima en verano, con valores muy uniformes y parecidos en las otras dos estaciones.
La media anual de humedad relativa es del 68% y la media anual de humedad absoluta es 10,53 gr/m3.
La evaporación alcanza su máximo en julio y el mínimo durante los meses de noviembre, diciembre, enero y febrero. La media anual es de 4,2 mm/m2.

1.1.3. Vegetación y fauna

La particular conformación geológica y climática del área de estudio, así como su ubicación geográfica en el sur de la península Ibérica, en las proximidades del Estrecho de Gibraltar y de la vecina Africa, le ha permitido albergar una notable variedad florística y de vegetación, así como faunística.
Las dos zonas dignas de destacar son los Montes de Málaga y la desembocadura del Guadalhorce.
Montes de Málaga
A grandes rasgos nos encontramos con una zona montañosa intensamente desforestada. Por ello ante las frecuentes riadas otoñales sobre la ciudad de Málaga, se prestó una especial atención, a efectos de repoblación hidrológico - forestal a la cuenca del Guadalmedina, a partir de 1933, con objeto de paliar las catástrofes.
Es el Pinus halepensis (pino carrasco), la especie dominante en la repoblación forestal del Valle del Guadalmedina, realizada en 1957. El área está incluida en la zona de dominio de la encina (Quercus rotundifolia) que en su día fue sustituida por las vides. También se han ocupado áreas con el cultivo de almendros, olivos, así como se encuentran dispersos ejemplares de algarrobos (Ceratonia siliqua) y de alcornoques (Quercus suber) con agrupaciones en la porción alta de la zona.
La vegetación potencial de los Montes de Málaga corresponde a un bosque de fagáceas que dependiendo de la naturaleza del suelo y otros factores microclimáticos, estará conformada por encinas o alcornoques.
En cuanto a la fauna, la transformación de la zona de agrícola a forestal es lo suficientemente reciente como para que la potencial complejidad de la comunidad animal no esté aún totalmente desarrollada. Sin embargo, según el inventario realizado por la A.M.A., se identifican 95 especies de aves (con presencia importante de las rapaces, entre las que destaca el águila culebrera), 27 especies de mamíferos (entre los que el jabalí -bien que con grado de hibridación notable y la ardilla, quizás sean las que más llamen la atención al profano, y el camaleón, sin duda, la más protegible ), 19 especies de reptiles, 8 de anfibios y 2 de peces (aunque éste es un tipo de fauna casi desaparecida debido a la escasez de recursos hídricos).
Desembocadura del Guadalhorce
En la zona del último tramo del río Guadalhorce, concretamente tras ser cruzado por la CN-340, se inicia el espacio natural de la desembocadura del Guadalhorce.
Se trata de un delta aluvial, constituidos por materiales del cuaternario comprendido entre los dos brazos en que se bifurca el cauce antes de desembocar en el Mediterráneo, es decir el Brazo Mayor el más occidental, y el Brazo Menor a oriente; al S. nos encontramos con la franja litoral. La zona, conocida como "Finca de la Isla" ocupa una extensión de 67 Has.
Debido a haberse procedido, hace unos 20 años, a la desecación de numerosas charcas y lagunas para la ubicación de industrias (La Térmica, Planta embotelladora de Butano ...), se ha producido una importante alteración en el aspecto del enclave.
La desaparición de zonas húmedas cercanas ha sido paliada, en parte, de forma artificial por la extracción de arena que se autorizó en 1977, por dos años, en la Finca de la Isla y que prosiguieron sin licencia hasta 1.982, configurando pequeñas lagunas permanentes y temporales por infiltración de aguas del río.
Se presentan unas comunidades complejas, debidas a la particular ecología de esta zona donde se mezclan las aguas dulces con las saladas y donde el suelo presenta una humedad muy acusada llegando temporalmente a inundarse, sobre todo en invierno y primavera. Pueden distinguirse así una comunidad acuática, una comunidad helofítica (a la que pertenecen por ejemplo juncos y tarajes), una comunidad psamófila en las diversas zonas arenosas, y una comunidad de ribera o ripícola en las márgenes del río, con álamos, eucaliptos y algunos sauces.
En cuanto a fauna, son sin duda las aves, y en concreto las acuáticas, lo más importante del paraje, destacando más que la importancia de las poblaciones, la variedad de las especies, circunstancia relacionada con el carácter de descansadero migratorio que tiene el paraje. Se han llegado a identificar más de 250 especies (entre las más raras, la cigüeña negra, el morito, la pagaza piquirroja, la gaviota de Audoin).
Zonas agrícolas
Prácticamente la totalidad del sector agrícola ha caído en el abandono.
Algunas zonas, no siendo objeto de laboreo ni recolección, conservan la suficiente homogeneidad para definirlos como unidad diferenciada. Aparecen en manchas dispersas de las cuales la más uniforme se localiza en la cuenca del Arroyo Gálica.
En su mayor parte corresponden a olivares (Olea europea) y, en menor grado, almendros (Prunus dulci) e higueras (Ficus carica). En este apartado cabe citar también la presencia, de forma dispersa y en reducidas zonas, de algarrobos (Ceratonia siligua) por ser ésta una especie introducida.
En la Hoya de Málaga y Valle del Guadalhorce se conservan cultivos de regadío, predominantemente frutales; con dominancia de cítricos y cada vez mayor presencia de tropicales (aguacates, chirimoyas, etc.). La caña de azúcar persiste en su zona tradicional, aunque en regresión a causa de la presión urbanística y de sus problemas específicos. También hay cultivos arbóreos de secano.
La fauna en estas zonas aparece muy ligada a la agricultura y a la presencia humana, predominando las especies de tradicional convivencia con el hombre (rata campestre, golondrina común, gorrión común...), aunque la riqueza y faunística varía notablemente según la zona y en alguna se registra la presencia de especies de alto interés como el camaleón.

 

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El contenido del presente documento
es a título informativo, no vinculante al Plan General.

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